Hay algo que identifica a quien emigra. Es el aire de estar eternamente a la espera de algo, no sabemos bien de qué. Es la presencia de un vacío irremediable, de la falta de "aquello" que hemos dejado por razones tan dispares como la política, la necesidad económica, la familia, un sueño, el amor....
Y ese aquello son nuestras raíces: infancia, juventud, amigos, carrera profesional, música, sueños, olores y sabores que pueden asaltarnos al doblar cualquier esquina y que nos golpean en el medio del pecho, resquebrajando la coraza que nos hemos creado para afrontar el día a día en rumbos que nunca soñamos tomar; idiosincrasias que nos acogen y en ocasiones desconciertan, aún siendo similares a la nuestra; y sobre todo, la sensación de que nos convertimos poco a poco en emigrantes dentro de nosotros mismos, con la mitad del alma "aquí" y la otra mitad "allá", convertidos en nuevos Ulises que tras añorar patria y hogar durante eones, regresamos una y otra vez para partir nuevamente en busca de otras Troyas por conquistar, anhelando encontrar lo que siempre llevamos con nosotros: a Nosotros mismos.
Nacen estas páginas con dos objetivos: compartir mi mundo. Y al decir mi mundo incluyo mi voz, que ha sido una parte tan importante de mi vida. Mis recuerdos, de tantos lugares. Las enseñanzas de las que he sido depositaria, transmitidas por padres, amigos, maestros. Enseñanzas de Vida y de Arte.
"¡Pase!...Está en su casa."
1 comentario:
Lázara, te hago un comentario en este artículo porque lo he visto el más adecuado para una primera visita.
Tengo un Foro de 'Elegancia en Bitácoras (blogs)' el el Grupo 'Buenas Maneras' y me gustaría contar con tus opiniones.
Espero volver a tu Blog en más ocasiones.
Un beso, Javy
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